El clima está cambiando, nosotros también deberíamos

La Junta de Andalucía no baraja en estos momentos la posibilidad de iniciar las restricciones en el abastecimiento de agua a la provincia de Cádiz. No obstante, Daniel Sánchez, delegado territorial de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, aclaraba a este medio que si las precipitaciones no llegan en el mes de mayo “la situación sería verdaderamente preocupante”.

Y es que si las últimas semanas del pasado año fueron muy lluviosas, este 2022 ha nacido con cielos despejados y un potente anticiclón sobre las Azores que impide el avance de las borrascas hasta Europa. “Nadie esperaba que los dos primeros meses del año fueran tan secos. En diciembre hubo diez días de bastante lluvia en toda la provincia que vinieron muy bien a los pantanos, hasta el punto que incluso se abrió el trasvase del Guadiaro, pero de repente cesaron las precipitaciones”

El problema, enfatiza el delegado provincial de la Junta, se ha visto agravado por el fuerte y pertinaz temporal de Levante, que “ha acelerado el estrés hídrico del campo gaditano, hasta el punto de poner en peligro la siembra del cereal plantado en el último trimestre del año. El viento también ha ayudado a acelerar el proceso de evaporación de los embalses”.

Precisamente para poder ejecutar obras de emergencias con mayor celeridad se redactó hace semanas el decreto excepcional de sequía. “Esto nos permite disponer de procedimientos más ágiles que ya nos están viniendo bien para comenzar a poner en carga pozos del Campo de Gibraltar como el del Pinar del Rey o Viñuela. En el Guadalete también se está actuando en algunos pozos”, lo que el delegado valora de manera muy positiva. “Significa que nos estamos adelantando a una situación más delicada. De todas formas esperemos que en primavera se produzca un cambio y que el anticiclón atlántico desaparezca permitiendo la llegada de los chubascos”.

Al preguntarle si hay previsto algún tipo de restricciones generales para la provincia de Cádiz indicó que “no, de momento no hay previstas restricciones en el consumo. En el agua de riego sí que tendremos que estudiar en la próxima reunión de la comisión de sequía su situación”.

Y es que hay cuencas, como la del Barbate, cuyos embalses están a un nivel muy preocupante. “El de Celemín está al 16%, y el del Barbate al 14%. Si no llueve antes de que lleguen los meses de verano se tendrán que establecer medidas acordes a la situación”.

La buena noticia es que tanto el pantano de Guadalcacín como el de los Hurones son enormes y tienen reservas de agua para meses. Esta cuenca, además, es receptora del trasvase del Guadiaro, lo que supone que en caso de extrema necesidad pueda ver aumentadas sus reservas en algunos hectómetros cúbicos.

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