La pandemia del coronavirus Covid-19, ha traído muchos cambios a todo nivel. Desde ahora deberemos adoptar distintas maneras de vivir, deberemos adecuarnos a la “nueva normalidad”. Esto significa que usaremos mascarilla por bastante tiempo, la distancia social de dos metros, no saludarnos de beso en la mejilla ni de mano, etc. Dónde también habrá un cambio y muy significativo es en la compra de viviendas.

Crisis sanitaria cambia los hábitos de compra de viviendas

Las personas de ahora en adelante elegirán para comprar o alquilar viviendas resistentes al confinamiento. Con la cuarentena quedó demostrado la falta de terrazas, espacios flexibles, luz natural y ventilación de millones de casas, lo que va a provocar además, otro tipo de problemas.

El sector inmobiliario tiene una ardua tarea por delante, tratar de mejorar y corregir las viviendas, sobretodo las que tienen más de diez años. La gran mayoría de las viviendas construidas en España carecen de ventilación e iluminación natural, salubridad, accesibilidad y confort.

Muchas de las viviendas antiguas y nuevas no tienen terraza o la tienen hacia el interior, incluso algunas son tan pequeñas que solo pueden estar de pie, ni pensar en poner asientos para teletrabajar o sentarse a tomar aire y relajarse. Así viven en propiedad o alquiler millones de españoles y seguramente en muchas partes del mundo.

El arquitecto Carlos Lamela dice lo siguiente con respecto a este tema:“Los arquitectos debemos imaginar y construir hogares donde prime la luz natural, la ventilación y una movilidad sencilla y cómoda, con independencia del tipo de vivienda. Estamos aprendiendo que hay que idear viviendas versátiles para un mundo imprevisto”.

Cuando termine esta crisis “valoraremos la flexibilidad en la distribución, la entrada de luz natural, las vistas, la capacidad de realizar ventilación cruzada, los condicionantes acústicos y la presencia de zonas exteriores privadas”, es la opinión de Sonia Hernández-Montaño, coordinadora de salud y arquitectura del Colegio de Arquitectos de Cataluña.

En todos los sectores habrán lecciones que aprender, debido a las consecuencias de esta crisis. Todos los cambios son buenos, si lo vemos con optimismo.

Muchos propietarios deberán repensar el diseño de sus viviendas, para poder alquilarlas con las condiciones adecuadas a la nueva mirada habitacional.

La gran protagonista en el sector inmobiliario es la terraza, muchas veces el único lugar dónde estar un poco relajado y mirar la ciudad, para no sentirse tan encerrado ni asfixiado.

Por lo visto, no se le ha dado la importancia que tiene a la terraza en un inmueble, eso está comprobado en la ciudad de Madrid, donde se le ha dado muy mala vida. No así en Valencia y Cataluña.

Algunos propietarios eliminaron estos espacios para ganar algunos metros cuadrados y no dejarán de arrepentirse.